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Mis experiencias

Mi experiencia como asistente a las juntas del Grupo de Rehabilitación de A.A. fue impresionante, primero por la discreción que esto amerita, al ser una situación de mucha sensibilidad, pues como su nombre lo dice, son personas que desean permanecer en el anonimato por la situación que les ha tocado vivir, por el simple hecho de estar en rehabilitación y en todo su derecho de que los demás no los juzguen por buscar ayuda en un grupo de apoyo, conformado por personas que vivieron o están pasando por situaciones similares, después por lo conmovedor de los  testimonios de la gente, como cada persona tiene una historia relacionada con el abuso del alcohol que marco su vida.

En las juntas se puede observar una diversidad de clases sociales, así como también de genero, sin embargo pese a las diferencias que pudieran existir entre los miembros, existe entre ellos una fraternidad y camaradería palpable, durante las reuniones se aborda un tema, y quien pasa al frente a compartir se presenta con su nombre, seguido de la frase  "y soy alcohólico",  a lo que los demás asistentes responden con un saludo afectuoso, voces de felicitación y aplausos, celebrando el reconocimiento de su compañero de que tiene un problema, pero sobre todo que lo esta tratando.

Me toco presenciar el aniversario de  uno de los asistentes, así como el aniversario de un año más de la existencia del Grupo Recuperación, los miembros del Grupo celebran cada logro de su compañero, es como una forma de incentivarse, de reconocer que cada pequeña acción para volver a ser sobrios y re insertase a la sociedad, recuperar su familia, su vida, es digna de aplaudirse, tienen una frase que señala "Felices veinticuatro horas", la cual hace alusión a buscar la sobriedad por un día más. 

 

En el caso del aniversario del señor "N" (por respeto a su identidad), se llevo a cabo la junta de manera normal, solo que con una menor duración, a la junta asistieron su esposa e hijas, quienes pasaron a dar unas palabras de felicitación por los 10 años que este llevaba sobrio, una de las hijas del festejado llevaba una guitarra y le dedico una canción, otra de sus hijas le dijo que estaba feliz de que hubiera encontrado ese lugar y hubieran recuperado su familia y su esposa no pudo articular palabra, solo les dijo a los asistentes gracias por ayudarnos, en seguida todos aplaudieron e inicio la cena por el festejado, se sirvieron aguas frescas y sodas, incluso café y un rico mole.

También he de señalar que me toco presenciar como al pasar a la tribuna los miembros del grupo contaron una y otra vez como el alcoholismo los llevo a que perdieran a su familia, su trabajo, su estabilidad económica, su salud, e incluso su dignidad al grado de terminar en situación de calle pidiendo caridad para suplir su necesidad del alcohol, varios de los comunes denominadores eran:

  1. Padres alcohólicos.

  2. Hijos de madres solteras que vivieron su niñez solos, sin el cuidado, supervisión y amor de un adulto.

  3. Hombres o mujeres que durante su juventud no tuvieron limite alguno e iniciaron como bebedores sociales y terminaron convirtiéndose en bebedores problema, en alcohólicos. 

 

Fue impactante el sentimiento que provocaba en las personas relatar sus historias de vida y experiencias con el alcohol,  como también lo fue el darme cuenta que había gente con experiencias más fuertes de las que me tocó vivir como parte de una familia disfuncional por alcoholismo, así también el ver a gente en abstinencia por más 30 años, la camaradería que hay entre ellos, el apoyo que se brindan unos con otros,  y por ultimo mirar la autonomía de la asociación civil, dado que subsiste solo con las aportaciones de sus miembros, su única ganancia es ayudar a otros a permanecer libres del alcoholismo.

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